Su estudio incluye una evaluación clínica detallada, apoyada en técnicas como la dermatoscopia o la biopsia cutánea, que permiten establecer un diagnóstico preciso. La detección temprana y el seguimiento adecuado son fundamentales para minimizar riesgos y aplicar el tratamiento más conveniente en cada caso.
El uso de la electrocoagulación lleva muchos años siendo utilizado con buenos resultados en el tratamiento de distintas lesiones tumorales en la piel.
La aparición de las nuevas tecnologías, Láser de CO2, Erbio, nos permite mejorar la precisión y la efectividad de los tratamientos con un mayor perfil de seguridad.
Para el tratamiento de tumores cutáneos, se dispone de dos métodos principales de eliminación, seleccionados en función del tipo de lesión, su localización y características clínicas. Por un lado, el láser de CO₂ ultrapulsado (Active–Deep FX) permite una extirpación precisa y controlada, minimizando el daño a los tejidos circundantes y favoreciendo una recuperación más rápida.
Por otro lado, la cirugía dermatológica convencional sigue siendo una opción eficaz y necesaria en determinados casos, especialmente cuando se requiere una extirpación completa con márgenes de seguridad.










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